Como ya sabes, estoy suscrito a algunas newsletters. Es algo a lo que me he aficionado este último verano. No sé si viene a raíz de la newsletter semanal que mandábamos con Tefía, de la que estoy completamente satisfecho, o si ha sido que tengo más tiempo (lo cual sigue estando vinculando a este proyecto, del que seré muy pesado a lo largo de los siguientes posts. Como ya dije, estoy superando la ruptura).
El caso es que hoy he abierto mi correo y, entre correos de mierda como "5 ofertas de Imagen y Sonido - el empleo de tus sueños por un sueldo mínimo y horas extra no pagadas" (puede que no lo vendan con ese marketing, pero al caso, es lo mismo), y un correo de Abonoteatro (sí, en mi familia usamos mucho el abonoteatro, aunque no apoye a los artistas ¿pero a caso soy yo culpable de la economía del país? Me gusta mucho el teatro y soy muy rata.) para que valore la última obra que he ido a ver, de la que, si me acuerdo, mencionaré varias cosas después (creéme que puede que se me olvide y la acabe comentando en otro post). Bueno, el caso es que entre esos correos (sé que la frase anterior está incompleta pero es tan larga que no sé cómo seguirla) estaba una newsletter de marcodimio.
Y tu me dirás: "Tío, Mario, quién coño es marcodimio y por qué me cuentas esto". Pues toda la razón, pero yo te diré "Es mi fuking blog, así que chitón". Maaaadre mía, hoy estoy que no arranco.
Bueno, que yo a este chaval le conocí por TikTok porque sube vídeos muy interesantes sobre grabación de vídeos y específicamente de color. Es un crack de Davinci Resolve. Y el tío, además de vídeos super bien editados con planos extáticos (que no estáticos), pues tiene una newsletter.
Ya ni me acuerdo de cuándo me suscribí a ella, pero yo recuerdo que contaba cosas muy pero que muy interesantes. El caso es que me ha dado por leerla, poque su título "3 formas raras para aprender a hablar con desconocidos" pues parece interesante, ¿no? ¡Pues es todo marketing! No te creas que te va a contar mucho sobre el título del correo, porque solo lo menciona al principio y luego redirecciona el tema a su lanzamiento de un nuevo powergrade para Davinci Resolve que cuesta 95 PAVOS.
Para ser honestos, lo mismo el producto vale la pena, pero me jode que TODAS sus newsletters se hayan convertido en venderte la moto. Por eso te digo que YO NO QUIERO VENDERTE NADA, y eso, creo, que hace más especiales mis entradas en este blog.
Es más, como yo no quiero venderte nada, te recomiendo, si puedes, ir al Gran Teatro Pavón (Madrid) a ver la obra "Carmen, nada de nadie".
Yo no conocía la historia y es muy interesante. No voy a mentir, se nota que es una producción de abonoteatro. Pero para ser honestos, ¿qué obra actual que no esté en un buen teatro en la Gran Vía no luce de teatro cutroso? Al final, los productores no apuestan por grandes escenografías o decorados, porque el teatro cada vez es menos rentable. Y luego están los puristas del teatro textual que son tremendos defensores de que un buen teatro no necesita más que un buen guion y una buena actriz. ¡Pues vámonos a la edad media a hacer teatro con velas y bufones en la corte!
He de decir que me he sentido tal que así:
Pero bueno, ¡que ese no es el caso! La historia (prometo no hacer mucho spoiler, porque mi intención es que vayas a verla) va sobre Carmen, una figura importante en la transición española, la primera y única mujer que ha ocupado el puesto de jefa de Gabinete de un presidente de Gobierno, con Adolfo Suárez.
Más allá de algunas cosas que me ha recordado la obra, como que a los comunistas se les describiera como demonios con cuernos y rabo, ha tenido momentos que han hecho que me de cuenta de lo mal que estamos socialmente ahora mismo y de lo poco que hemos cambiado desde los inicios de la democracia. La propia Carmen sueña con un mundo en el que no haya dos bandos.
---
Tenía pensado contar más, pero lo guardo en borradores, que es tarde y quiero descansar. Además, llevo desde las 8:30 editando el vídeo de Tefía y mañana me toca más.
Muchas gracias por leer,
Mario :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario